Que es el Pavonado ?

Como es su proceso ?

Pavonado del metal

El verdadero origen del pavonado, nadie lo sabe, pero utilizándo la lógica podemos elevar varias teorías al respecto.

La suposición más símple es la protección contra la corrosión de toda la superficie expuesta de metal. Si bien el pavonado protege en buena medida, no aconsejo a nadie que descuíde la limpieza y engrase de sus piezas.

Un buen pavonado en su fabricación, hace que piezas como esta lleguen lozanas a nuestros tiempos. Lógicamente las zonas de contacto pierden el pavón gradualmente. Con una adecuada limpieza y almacenamiento se garantiza la pervivencia de la pieza.

El oficio del herrero es uno de los más arcáicos de la historia y bien saben estos que el metal, al someterlo a altas temperaturas, una vez se enfría, este se torna de color azulado. Y si además se le dota de ciertos tratamientos o añadidos, tipo de carbón de la fragua, etcétera, este se vuelve duro y frágil como el vídrio, o elástico y maleable como el plomo. Pero esto ya se denomina "temple" y será motivo de otra sección.

El tono azulado no es más que el resultado de un proceso de oxidación de la superficie del metal. Eso , no es otra cosa más que oxidación, y esta forma una finísima capa que recubre el metal y al mismo tiempo lo protege de los agentes externos. Pero no es homogénea, es decir, que en su superfície habrá poros o micro áreas que no se hayan oxidado, fundamentalmente debido a partículas de suciedad o grasa, y que son invisibles al ojo humano; y es aquí por donde será susceptible de un ataque aún más feroz, ya que el proceso de corrosión al verse limitada en superfície, lo hará hacia el interior.

La respuesta a la primera es de Pero Grullo: Porque el agente oxidante que provocó el pavonado deja de actuar sobre el metal.

La respuesta a la segunda es algo más técnica: Porque la capa de óxido derivada del pavón tiene una estructura molecular distinta a la del metal que recubre, por lo tanto, es casi invulnerable a los agentes externos que oxidarían el metal.

La respuesta a la tercera: Por supuesto. Uno de los métodos que me enseñó mi abuelo era sumergir la pieza en vinagre (ácido acético) durante un cierto tiempo.

Existe otra forma de proteger la superficie del metal que no es otra más que dejar que se oxide bajo control, es decir, controlando la oxidación mediante cepillado del óxido y posterior aceitado ligero de la superfície hasta que esta adquiere una tonalidad marrón mate más o menos uniforme. No se considera pavón y, además, no se lo recomiento a nadie. Pero habrá quién le guste.

Como ventaja, disponemos en el mercado de un buen número de productos que nos ayudarán a realizar un pavonado con todas las garantías, sin menoscabo de respetar las mínimas normas de seguridad y protección. Recordemos que estamos hablando de productos químicos.

La limpieza deberá ser exhaustiva y sobre la superficie del metal no deberá quedar ni rastro de grasa. De lo contrario, el pavonado no servirá de nada y desaparecerá como si de tínta se tratara.

Recuerde siempre de protejer las partes pavonadas de cualquier pieza con una fina capa de aceite desplazante de humedad.